Mi enfermedad...

Ahh...hablando más literalmente que de cualquier otra manera...Lo digo por el título, ¿no? Pasarse los últimos días de tu receso invernal es una de las peores cosas que te puede pasar (¡exagerando más que nada!). Fueron días aburridos. Estar en cama, con escalofríos, congestión nasal y varios problemas más que no vale la ena comentar. Es que, después de que salís de toda esa situación (si es que salí, ya que sacrifico mis miles de paquetes de pañuelos cada dos segundos) una se siente mareada, sin saber qué hacer o a dónde ir. ¡Y sí! ¡Qué más se puede hacer! Un resfrío es un resfrío, aunque no esté habituada a ellos y los odie. De todas formas, sé que existen cosas peores en el mundo. Pero así es la condición humana: ser, en parte, débiles; quejarnos; nacer, casi, desagradecidos... Todo ellos se aprende en el paso por "esta vida". Después de todo, es sólo una enfermedad... ¡No morí y me estoy reponiendo! ¿Bien por mí? Sí, eso creo. Y, por el modo de escribir en el lo estoy haciendo...bueno, creo que leer demasiadas novelas me hace...¿mal? :D