Desde hace unas horas, comencé a pensar que a veces me gusta dejar de pensar en qué es lo correcto, lo maduro o lo que creen que tenés que hacer. Que solamente es importante disfrutar el momento con quienes querés y hacer lo que sea como si fuese la última vez en mi vida. Pero ya pensando eso entro en duda si es pensar maduramente.
Y fue hoy precisamente cuando empecé a pensar que hubiera sido de toda mi persona si no hubieran sucedido los cambios por los que pasé. Que hubiese pasado si mi mente se mentenía como ya estaba. Que hubiese pasado si no hubiera sufrido y llorado todo lo que sufrí y lloré. Y aún no entiendo por qué, pero cuanto más pensaba, más quería estar en ese pasado, no tan distante. Ese pasado que no fue horrible, ni siquiera feo, sólo más tranquilo. A veces necesito extrañar ese pasado, y aunque me haga algo de mal, lo tengo como un recuerdo más. Y tengo que aprender a aceptar los cambios, que aún no sé si alguna vez superaré.
Post N° 100
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